Poemas dedicados a las almas tierras, a las aguas manantiales. Versos inspirados en la llamada atávica de la tierra natal, en las voces familiares de los enclaves o recintos clausurados que alumbran la memoria de cuanto fuimos.
Panorámica
miércoles, 13 de julio de 2016
El último enclave
Arde un reducto todavía, acaso
un reino aún, al que volver, si enciende
el orto la memoria y nos asciende
como una emanación sobre su paso.
Fluye una tierra germinal, al raso,
que aún nos llama en sangre y luz, y prende
feraz el corazón que se suspende
pleno de su latir bajo el ocaso.
Que el viejo olor del heno en polvo y oro,
los dones de la vida compartidos
y aquel confín sin tiempo de la calma…
traen un eco de azahar sonoro,
y se enarbolan otra vez henchidos
y ungen con su niñez de nuevo el alma.
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Fruitivo...!como mínimo...!
ResponderEliminarGracias por la lectura.
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